16 de diciembre de 2012
ProfesorAs y profesores
Colegio de Humanidades y
Ciencias Sociales
Plantel Cuautepec
Universidad Autónoma de la
Ciudad de México
Presente,
Estimad@s colegas:
En la primera semana después de
la apertura de los planteles se han presentado varias cuestiones relativas a
nuestra Universidad. Me permito hacer los siguientes comentarios ‒a título personal‒ motivado por mi
participación en el Consejo Universitario, y obligado como estoy a establecer
un vínculo con esta comunidad de profesores del Colegio de Humanidades y
Ciencias Sociales en el Plantel Cuautepec. Ciertamente, nuestra comunidad ya ha
emprendido una reflexión sobre los siguientes temas, tal y como lo he notado
las ocasiones en que he podido platicar con algunos de ustedes en esta semana
pasada. Ahora, mi única intensión es la de hacer pública mi postura y extenderme
en dicha reflexión, con los elementos de los que dispongo y que quisiera
compartir.
1. ¿Dos consejos?
El primer asunto tiene que ver
con la sensación o la idea de que existen dos consejos. Yo quisiera argumentar
que existe sólo uno, instalado el 29 de noviembre en el Museo de la Ciudad de
México, cuando respondieron al pase de lista 49 de los 50 consejeros
reconocidos en el acuerdo fruto de la “Mesa
de Diálogo para la solución del Conflicto en la Universidad Autónoma de la
Ciudad de México”, cumpliendo por primera vez desde que se renovó el CU con
el quórum legal establecido. A propósito de ese acuerdo, es importante subrayar
que el mismo fue signado por la rectora, consejeros afines y el abogado
general, por lo que resulta asombroso, por decir lo menos, que los compromisos
adquiridos se hayan violado sistemáticamente.[1]
Claro que sería necio no reconocer
que resultado de lo anterior es que el Consejo está fracturado en dos mitades,
pero también es claro y distinto que la fracción que secunda a la rectora
rompió el quórum en la fecha antes dicha (negando Ab initio lo firmado), que dichos consejeros han sido invitados
varias veces y por diferentes medios a reincorporarse al Pleno del Consejo
Universitario, y que desde entonces han venido sesionando aparte, con el
agravante de que han contado con la presencia de cuatro individuos que no figuran
en la lista de 50 consejeros, entre ellos dos representantes impuestos para
hablar a nombre del sector estudiantil del CHyCS en nuestro plantel.
La rectora, por su parte, declaró
en varias ocasiones su intensión de cumplir dichos acuerdos, pero la realidad
es que en la práctica se ha quedado en eso, en una simple declaración de
intensiones.[2] Uno de los compromisos
adquiridos (Cfr. Acuerdo Segundo) fue
el de realizar elecciones a la brevedad posible para reponer los procesos
electorales en el sector estudiantil en Cuautepec y San Lorenzo Tezonco, y que
en los casos donde hubo juicios de amparo los espacios de representación se dejarían
a salvo sus derechos. Sin embargo, es patente que los estudiantes Malaquías
Bazán, Jacobo Venegas, Araceli Mondragón y Jaime Rojo han estado presentes en
las sesiones de trabajo efectuadas por esta fracción de consejeros, los días 6
y 11 de diciembre, anulando con su presencia y voto toda legitimidad en sus
determinaciones.
2. Sobre el quórum y la legalidad
Otro asunto que ha sido mencionado
ampliamente es el del quórum. Ante la pregunta de cuál es el fundamento que hemos
tenido para sesionar sin quórum, es necesario explicar que el mismo día 29 de
noviembre se declaró “sesión permanente” y se citó a “segunda convocatoria”,
para poder desahogar el orden del día que las partes habían acordado en la
ALDF. Es importante decir que en el Reglamento
del Consejo Universitario (Título Tercero: “De las sesiones del pleno”;
Capítulo VI, “De la conformación del quórum”; Artículo 44) se estipula que, en
caso de declararse falta de quórum, se “deberá emitir una segunda
convocatoria”, y que en esta el quórum se establece con la asistencia de un
tercio de los consejeros en cada sector.
Es importante hacer públicos los
acuerdos alcanzados en el Consejo Universitario legalmente instalado, razón por
la cual les envío una copia de los acuerdos a que llegamos en el desahogo del “Orden
del Día” de la Sesión Extraordinaria de Instalación, llevado a cabo en cinco
partes: la primera en el Museo de la Ciudad de México, el pasado 29 de
noviembre, cuando se hizo el pase de lista, se verificó el quórum y se declaró
la instalación legal con la presencia de 49 consejeros; la segunda, el 30 de
noviembre, en San Antonio Abad, cuando se ratificó el llamado a sesión
permanente en segunda convocatoria, y se exhortó a la rectora y los consejeros
a cumplir su obligación de estar presentes en las sesiones del Pleno; la
tercera, el 3 de diciembre, en las oficinas de Serapaz, en la cual se avanzó
hasta el punto 6 del “Orden del Día”; la cuarta, el 6 de diciembre en el Museo
de la Ciudad de México, en donde se avanzó hasta el punto 10 de “Orden del
Día”, lo que incluía los puntos esenciales del acuerdo, a saber: la aprobación
del “procedimiento para la apertura de planteles”, la “modificación y
ampliación del calendario escolar”, y la creación de un comité electoral que
habrá de realizar “los procesos electorales pendientes”; y la quinta, el 12 de
diciembre, en el Plantel San Lorenzo Tezonco, en donde se aprobó la
convocatoria y el orden del día para la siguiente sesión del Consejo
Universitario.[3]
3. Comisión de Entrega-Recepción
en Cuautepec
Una tercera cuestión sobre la que
me han interrogado es sobre la actuación en la Comisión Temporal de
Entrega-Recepción de las Instalaciones Universitarias. Acerca de lo anterior,
yo rendí un informe por escrito al Consejo Universitario en la quinta parte de
la Sesión se Instalación, el pasado 12 de diciembre. Entonces informé del
estado en que recibimos y entregamos las instalaciones. Además, todos los
concurrentes al acto de entrega, tanto el notario, como los observadores, dieron
constancia del estado general de las instalaciones, y de la presencia o
ausencia de sellos en las puertas. A pesar de la buena voluntad que animó a los
integrantes de esta comisión se ha querido generar confusión y animadversión, a
mí, incluso, se me ha llegado a acusar de declarar que no hubo afectaciones al
patrimonio universitario. En ese sentido quiero aclarar que a la Comisión
Temporal de Entrega-Recepción no adquirió la competencia para hacer tal
evaluación de pérdidas. Mal hubiera hecho yo si declarara en tal sentido. Yo
entiendo que todo señalamiento de pérdidas materiales debería ser efectuado por
los responsables de cada área de trabajo, mismos que de inmediato deberían
reportar la ausencia de bienes materiales, y la administración debería confrontar
tales reportes con los inventarios existentes, si los hubiere.
Para todos aquellos interesados
en conocer mi actuación en dicha Comisión Temporal, pondré a su disposición la
Relatoría y los Anexos correspondientes, que elaboramos los miembros de la
Comisión Temporal en cumplimiento del Acuerdo UACM/CU-3/EX-INST/012/12. Desde ya quiero compartir con todos
ustedes un documento firmado por esta Comisión Temporal y por los encargados de
la recepción de las instalaciones, es decir, el coordinador del plantel y el
enlace administrativo, los cuales, conocedores del Acuerdo citado ‒toda vez que lo leímos
en su presencia, así como del notario y los observadores‒ acataron el cumplimiento de un mandato del máximo
órgano de gobierno. Concluímos, en ese momento, que no era procedente el
cumplimiento del plazo de 72 horas para la apertura de las instalaciones. En
cambio, manifestaron su disposición a hacer las gestiones necesarias para abrir
el plantel el miércoles, como en efecto sucedió.[4]
Empero, quiero manifestar mi más
profundo desconcierto cuando me enteré, días después, que el coordinador del
plantel envió un correo al abogado general, del cual yo recibí copia,
preguntando por la legalidad del mismo Acuerdo que éste coordinador conoció y
firmó en su momento. La única explicación que encuentro es que nuestro
coordinador, al igual que la actual administración y los consejeros
oficialistas, se conducen siguiendo una sistemática y preocupante disociación
entre lo que firman y lo que hacen.
4. Obstaculizaciones al trabajo
del Tercer Consejo Universitario
Otra importante cuestión derivada
de toda esta situación estriba en la recalendarización de actividades, la
recuperación del semestre 2012-2, y los periodos de certificación. La cuestión
aquí es que el día 6 de diciembre se emitió el acuerdo UACM/CU-3/EX–INST/013/12, y por otra parte, el día 11 de diciembre
se emitió el acuerdo UACM/CU-3/EX–06/053/12.
Es preocupante y urgente esta situación, pues existen dos calendarios, y siendo
que el aparato burocrático ha hecho eco del acuerdo del acuerdo del 11 de
diciembre, no existe una noción clara entre la comunidad universitaria del
fundamento y la legalidad de esta decisión.
Lo visible es que existen
diferencias en las fechas específicas en los acuerdos emitidos por las dos
fracciones de consejeros, pero que hay coincidencias en los términos generales.
Incluyo un cuadro comparativo y destaco en rojo los puntos que se abstuvieron
de copiar literalmente en el acuerdo de los consejeros oficialistas:
UACM/CU-3/EX–INST/013/12
6 de
diciembre
|
UACM/CU-3/EX–06/053/12
11 de
diciembre
|
Recuperación
del Semestre 2012-II
|
|
10 de
diciembre del 2012 al 22 de febrero de 2013
|
12 de
diciembre del 2012 al 22 de febrero de 2013
|
Periodo
vacacional
|
|
22 de diciembre de 2012 al 8 de enero de
2013
|
|
Inscripción
al 1er periodo de certificación
|
|
17 al 21
de diciembre de 2012
|
9 al 11 de
enero del 2013
|
1er
periodo de certificación
|
|
9 al 18 de
enero de 2013
|
9 al 11 de
enero de 2013
|
Inscripción
al 2do periodo de certificación
|
|
18 al 22 de febrero de 2013
|
|
2do
periodo de certificación
|
|
25 de
febrero al 8 de marzo de 2013
|
25 de
febrero al 1 de marzo de 2013
|
Inscripción
al semestre 2013-I
|
No especifica
|
4 al 8 de marzo de 2013
|
|
Inicio del
semestre 2013-I
|
No especifica
|
11 de marzo de 2013
|
|
Información del 2013-I y 2013-II
|
No especifica
|
Nota. Anexo otros archivos adjuntos con las dos versiones del
calendario de reprogramación, una en excell
y otra en word, hechos con la
asesoría de la persona que comúnmente realiza esta labor.
En la misma fecha en que se
aprobó el acuerdo clon (¿clown?) se expidió
un acuerdo que, técnicamente, es una imposición inaceptable para una comunidad
universitaria que ha trabajado intensamente en el Congreso General
Universitario. Me refiero a las autodenominadas “Disposiciones generales obligatorias para los estudiantes, el personal
académico y el personal administrativo, técnico y manual, integrantes de la
comunidad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México”, las cuales
están plagadas de sinsentidos, contradicciones, errores formales e
incoherencias. Invito a quienes no las conozcan que procuren hacer lectura de
las mismas –las cuales se encuentran en la página que ha sido usurpada al
Consejo Universitario– y a formarse un criterio propio acerca de éstas, en
donde sobresale su carácter punitivo, completamente contrario al llamado a
aplicar principios de convivencia, como una de las premisas para la solución
del conflicto (presentes en el acuerdo de la ALDF, aunque desatendida en los
hechos).[5]
Por último, pero no menos
importante que todo lo demás, está la cuestión presupuestal. Al respecto hay
que recordar que el presupuesto del presente año no ha sido aprobado por el
Consejo Universitario, como lo marca la Ley. Lo anterior debe conllevar a la
responsabilidad que tiene la Contaduría Mayor de Hacienda de la ALDF de hacer
una revisión exhaustiva de la cuenta pública del ejercicio presupuestal del
presente año. Además, la administración no ha presentado al CU para su
autorización el proyecto anual de ingresos y el presupuesto de egresos del año
2013, lo cual es, por Ley, una de las atribuciones de nuestro máximo órgano de
gobierno. El último anexo que envío contiene el extrañamiento que hizo el
Tercer Consejo Universitario, en su Primera Sesión Extraordinaria, efectuada el
pasado viernes, sobre el mismo respecto. No obstante, la rectora ha anunciado
que se presentará esta semana en la ALDF, justo cuando se espera que el Pleno apruebe
el paquete económico para el 2013 en el Distrito Federal. Tendremos que prestar
mucha atención a lo que suceda en el cuerpo legislativo.
Atentamente,
Hernán Correa Ortiz
Consejero Universitario por el sector
académico
Colegio de Humanidades y Ciencias
Sociales
Plantel Cuautepec
UACM
[1] Anexo en un archivo
adjunto una copia de dicho acuerdo, signado por la rectora, y por dos
consejeros académicos, Carlos Arriaga y Samuel Vásquez, por un consejero
administrativo, Manuel Gutiérrez, por un asesor de la Rectoría, Esaú Espinosa,
y por el abogado general de la UACM, José Ubaldo, quienes han incumplido el
compromiso político y ético de su cumplimiento.
[2] Anexo un archivo que la
rectora dirige a la ALDF y al subsecretario de gobierno declarando su
disposición a cumplir los acuerdos. Nótese que dirige esa manifestación a
autoridades legislativas y ejecutivas del Distrito Federal, pero no a la
comunidad universitaria.
[3] Anexo un archivo que
contiene los acuerdos de la Sesión Extraordinaria de Instalación. Hacen falta
los acuerdos de la Primera Sesión Extraordinaria, llevada a cabo el 14 de
diciembre en el plantel Casa Libertad.
[4] Envío un anexo con el
acuerdo que sostuvimos los integrantes de la Comisión Temporal de
Entrega-Recepción, y los encargados de la recepción de las instalaciones de
Cuautepec, en cumplimiento del Acuerdo UACM/CU-3/EX–INST/012/12.
[5]
Pronunciamientos del Tercer Consejo Universitario del 12 y del 14 de diciembre
pasados.
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